Los Titiriteros sacan la fiesta a la calle. Músicos, malabaristas, rapsodas y polichinelas la recorren al son de gaitas y chirimías, recitando romances o asombrando a todos con sus habilidades, músicas e historias, caminando sobre zancos y exhibiendo destrezas singulares.
En cada rincón, o plazuela, una distinta sorpresa, una vieja melodía, una historia recitada, una danza medieval acompañada de gaita.